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Es normal sentirse preocupado de vez en cuando. Es posible que se sienta preocupado antes de una entrevista o cuando esté esperando los resultados de la prueba. Sin embargo, sentirse preocupado o ansioso todo el tiempo suele ser un problema médico que necesita asesoramiento. Este tipo de ansiedad es un trastorno psicológico que se caracteriza por el miedo y la preocupación constantes. En muchos casos, puede interferir con la vida cotidiana normal de una persona y evitar que viva una vida plena.
Tipos de trastornos de ansiedad
La ansiedad no es un trastorno único, sino que abarca un grupo completo de trastornos. Esto incluye:
- Trastorno de pánico: los trastornos de pánico se caracterizan por sentimientos de miedo sin ningún desencadenante. Puede sentirse como un ataque al corazón o como si se estuviera ahogando. Otros signos de un ataque de pánico incluyen sudoración excesiva, dolor de pecho y palpitaciones.
- Trastorno de ansiedad social: algunas personas se sienten muy cohibidas y preocupadas en situaciones sociales. Esto se conoce como trastorno de ansiedad social. En tales casos, la persona puede sentirse juzgada o avergonzada aunque no haya ninguna razón para serlo.
- Fobias: Algunas personas tienen un miedo irracional a ciertas cosas como las alturas, volar, estar en espacios cerrados, etc. Estos miedos se conocen como fobias. Hay muchos tipos diferentes de fobias que puede sufrir una persona. No hay razón para estas fobias y pueden hacer la vida muy incómoda. Por ejemplo, el miedo a volar puede impedir que una persona viaje largas distancias.
- Trastorno de ansiedad generalizada: algunas personas simplemente se sienten preocupadas y tensas todo el tiempo sin ningún motivo. Esto se conoce como trastorno de ansiedad generalizada.
Síntomas del trastorno de ansiedad
La consulta y, en algunos casos, la medicación pueden ayudar a tratar la ansiedad. Estos son los 5 síntomas principales que pueden indicar ansiedad.
1. Sentimientos de agitación
Si se preocupa innecesariamente, podría ser un signo de trastorno de ansiedad. Hace que el sistema nervioso simpático funcione en modo overdrive. Esto puede hacer que se sienta agitado y provocar un pulso acelerado, manos temblorosas, palmas sudorosas y boca seca. También provoca un aumento de la frecuencia cardíaca y agudiza sus sentidos. Estos signos hacen que la persona crea que está en peligro y pueden agravar aún más la ansiedad.
2. Fatiga
Sentirse cansado todo el tiempo y fatigado puede ser otro síntoma común de un trastorno de ansiedad. Puede resultar sorprendente pensar en el cansancio como un síntoma de ansiedad, ya que la ansiedad suele estar asociada con la hiperactividad. Algunas personas experimentan fatiga crónica, mientras que otras se sienten cansadas después de un ataque de ansiedad. La conexión exacta entre ansiedad y fatiga aún no está muy clara. Algunos de los factores que contribuyen a la fatiga incluyen insomnio, fluctuaciones hormonales y tensión muscular. La fatiga por sí sola no es suficiente para diagnosticar la ansiedad. Esto se debe a que también puede ser un signo de depresión u otras afecciones médicas.
3. Dificultad para concentrarse
Las personas que padecen trastornos de ansiedad suelen tener problemas para concentrarse en las tareas. Según un estudio, esto afecta a más de dos tercios de los niños y adolescentes diagnosticados con ansiedad. Cuando se trata de adultos, el 90% de las personas diagnosticadas con ansiedad tienen problemas para concentrarse. Cuanto mayor es la ansiedad, más difícil es concentrarse. Junto con la concentración, la ansiedad también puede afectar la memoria a corto plazo y reducir la productividad de una persona.
4. Irritabilidad
Las personas con ansiedad saben que no hay nada de qué preocuparse pero, al mismo tiempo, no pueden dejar de preocuparse. Esto provoca una irritabilidad excesiva. Según un estudio que involucró a más de 6000 adultos, el 90% de las personas con trastorno de ansiedad se sentían muy irritables cuando tenían un trastorno de ansiedad. Esto se ve más comúnmente entre los adultos jóvenes que sufren de ansiedad.
5. Problemas para dormir
La inquietud y la agitación asociadas con la ansiedad pueden dificultar que una persona se duerma o permanezca dormida. Las personas con trastornos de ansiedad a menudo se despiertan en medio de la noche o dan vueltas en la cama durante horas antes de poder conciliar el sueño. Al mismo tiempo, el insomnio también puede contribuir a la ansiedad. Un estudio ha demostrado que el insomnio infantil puede causar insomnio en los últimos años de la persona. Si bien la conexión exacta entre el insomnio y la ansiedad no está muy clara, se sabe que el tratamiento de la ansiedad mejora la calidad del sueño de una persona.
¿Por qué es necesario tratar la ansiedad?
La ansiedad en sí misma no es una condición muy grave. Sin embargo, puede aumentar el riesgo de que una persona padezca otras afecciones que pueden tener efectos más graves. Algunas de las complicaciones asociadas con la ansiedad incluyen:
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Depresión:
La ansiedad y la depresión pueden ocurrir simultáneamente, o la ansiedad puede contribuir a la depresión.
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Suicidio:
Ciertos tipos de trastornos de ansiedad, como algunas fobias y un trastorno obsesivo compulsivo (TOC), pueden aumentar el riesgo de que una persona se quite la vida. Es importante señalar que el 90% de las personas que se suicidaron sufrieron algún tipo de enfermedad mental, incluida la ansiedad.
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Abuso de sustancias:
Las personas que padecen miedos irracionales tienen un mayor riesgo de volverse adictas al alcohol y las drogas. Ellos recurren a estas sustancias para encontrar alivio a sus síntomas pero, a la larga, se vuelven adictos a la sustancia. Las personas con fobias, trastorno de ansiedad generalizada y trastorno de pánico tienen el mayor riesgo de abuso de sustancias.
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Enfermedad física:
Sentirse preocupado y tenso todo el tiempo puede enfermar físicamente a una persona. Junto con la ansiedad, el estrés crónico puede comprometer el sistema inmunológico de una persona y hacerla más vulnerable a las infecciones.
¿Cómo se puede tratar la ansiedad?
Si siente que sufre de ansiedad, puede reservar una cita con un psicoterapeuta o psiquiatra experimentado a través de una consulta médica y recibir orientación en casa a la hora que más le convenga.
La mejor forma de tratamiento para la ansiedad depende de la gravedad de la afección y de cuánto afecta la vida de la persona. Las dos formas principales de tratamiento son la medicación y el asesoramiento o la psicoterapia. Algunas personas se benefician de una única forma de tratamiento, mientras que otras pueden requerir una combinación de medicamentos y psicoterapia. No existe una forma segura de saber qué forma de tratamiento funciona mejor y, por lo tanto, normalmente se adopta un enfoque de prueba y error.
Psicoterapia
La psicoterapia implica asesorar o trabajar con un terapeuta para comprender la irracionalidad de la ansiedad y encontrar formas de lidiar con sus miedos. La terapia cognitivo-conductual es una de las formas más efectivas de terapia para un trastorno de ansiedad.
Medicamentos
Se pueden usar muchos tipos diferentes de medicamentos para tratar la ansiedad. Cada uno de estos medicamentos tiene beneficios, riesgos y efectos secundarios. Por lo tanto, es importante no automedicarse y seguir la prescripción del médico.
Los antidepresivos son un tipo de medicamento común que se usa para tratar la ansiedad. Estos medicamentos ayudan a regular las hormonas y a controlar los niveles de serotonina en el cuerpo. Los antidepresivos se pueden recetar durante unos meses o se pueden tomar de forma continua, según la gravedad de la ansiedad y la reacción de la persona al medicamento. En muchos casos, los efectos de este medicamento tardan varias semanas en notarse. Por lo tanto, es importante tener paciencia.
También se pueden recetar algunos tipos de medicamentos para proporcionar un alivio a corto plazo de los síntomas asociados con la ansiedad. Por ejemplo, se pueden recetar sedantes para ayudar a una persona a dormir mejor. Estos medicamentos generalmente se recetan solo en casos de ansiedad aguda, ya que pueden ser adictivos y crear hábito.