Contenidos útiles
La hipertensión pulmonar se refiere al aumento de la presión arterial en las arterias del pulmón ( arterias pulmonares ). El aumento de la presión arterial en las arterias pulmonares forzaría el ventrículo derecho y provocaría insuficiencia cardíaca. Afecta a personas de todas las edades y etnias. Sin embargo, se ve comúnmente en adultos jóvenes.
¿Cuáles son las causas de la hipertensión pulmonar?
La hipertensión pulmonar se debe al estrechamiento de las arterias pulmonares. La lesión de los músculos lisos o del revestimiento interno de las arterias provoca el estrechamiento del vaso.
Algunas de las causas de la hipertensión pulmonar son las siguientes:
- Condiciones de bajo oxígeno: vivir en altitudes elevadas, donde la presión de oxígeno es baja, puede contribuir a la hipertensión pulmonar.
- Enfermedad tromboembólica: la presencia de un coágulo en la arteria pulmonar grande puede contribuir a la hipertensión pulmonar.
- Ciertas enfermedades cardíacas: varias afecciones cardíacas como la enfermedad de la válvula aórtica, la insuficiencia cardíaca izquierda, la enfermedad de la válvula mitral y la enfermedad cardíaca congénita causan hipertensión pulmonar.
- Medicamentos: Se ha descubierto que los supresores del apetito como la fentermina y la dexfenfluramina aumentan el riesgo de hipertensión pulmonar. Sin embargo, se retira del mercado.
- Enfermedad hepática : ciertas afecciones hepáticas, como la enfermedad hepática crónica y la cirrosis hepática, causarían hipertensión pulmonar.
- Trastornos reumáticos: la hipertensión pulmonar es causada por ciertos trastornos reumáticos como la esclerodermia o el lupus.
- Afecciones pulmonares: varias afecciones pulmonares como enfisema, tumores, fibrosis pulmonar y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) pueden causar hipertensión pulmonar.
- Síndrome de Eisenmenger: es una afección congénita que afecta al corazón. El paciente con esta enfermedad tiene un agujero entre dos cámaras inferiores del corazón. Esta cardiopatía congénita puede causar hipertensión pulmonar debido a un flujo sanguíneo anormal entre los pulmones y el corazón.
¿Cuáles son los síntomas de la hipertensión pulmonar?
Los síntomas de la hipertensión pulmonar en etapas tempranas pasan desapercibidos durante meses o años. Sin embargo, a medida que avanza la afección, los síntomas se vuelven significativos. En pacientes con hipertensión pulmonar, se observan los siguientes signos y síntomas:
- Dificultad para respirar (disnea), inicialmente al hacer ejercicio, finalmente en reposo
- Fatiga
- Mareos o desmayos (síncope)
- Dolor de pecho
- Hinchazón (edema) en los tobillos, piernas y eventualmente en el abdomen (ascitis)
- Cianosis: coloración azulada de los labios y la piel.
- Palpitos del corazon
- Dificultad para respirar en reposo
¿Cuáles son los factores de riesgo de la hipertensión pulmonar?
Cualquiera puede desarrollar hipertensión pulmonar. Los siguientes factores aumentan el riesgo de hipertensión pulmonar:
- Tener sobrepeso
- Tener antecedentes familiares de hipertensión pulmonar.
- Usar drogas ilegales
- Tener apnea del sueño: una afección en la que la respiración se detiene temporalmente durante el sueño. Sin embargo, la hipertensión pulmonar idiopática (de causa desconocida) es común en los adultos jóvenes.
¿Cuáles son las complicaciones de la hipertensión pulmonar?
La hipertensión pulmonar puede causar complicaciones a largo plazo si no se trata. Las siguientes son las complicaciones de la hipertensión pulmonar:
- Deterioro de la función del corazón derecho e insuficiencia cardíaca del lado derecho
- Hinchazón de manos, pies y cara.
- Congestión en los vasos sanguíneos del hígado.
- Acumulación de líquido en los pulmones (derrames pleurales)
- Dificultad para respirar o falta de aire debido a la actividad física (disnea de esfuerzo)
- Pérdida temporal del conocimiento después de la actividad física (síncope de esfuerzo)
- Latidos cardíacos irregulares (arritmias)
- Sangrado en los pulmones
¿Cómo se diagnostica la hipertensión pulmonar?
El diagnóstico apropiado de la condición del paciente es importante para el tratamiento exitoso de la enfermedad. El diagnóstico de hipertensión pulmonar incluye los siguientes procedimientos:
Análisis de sangre: la muestra de sangre del paciente se recolecta y analiza para realizar pruebas de función hepática, pruebas de función tiroidea y detección de enfermedades autoinmunes.
Electrocardiograma: en este procedimiento, los electrodos se colocan en el pecho y se evalúa la actividad eléctrica del corazón. El médico recomendaría esta prueba para determinar anomalías en el funcionamiento del ventrículo derecho.
Pruebas de función pulmonar: es un procedimiento no invasivo que se utiliza para determinar el funcionamiento de los pulmones.
Polisomnografía: también llamada estudio del sueño. Se realiza en el centro del sueño y se le pide al paciente que permanezca en el centro del sueño por una noche. A su llegada, el técnico colocará sensores en el cuero cabelludo, las piernas y el pecho del paciente con una cinta o adhesivo suave. El paciente es monitoreado durante toda la noche. Los sensores están conectados a la computadora y se monitorean las ondas cerebrales del paciente, la frecuencia cardíaca, los movimientos oculares, el nivel de oxígeno en la sangre, el patrón de respiración, los ronquidos y otros ruidos que son audibles mientras el paciente duerme. El médico recomendaría esta prueba para excluir la apnea obstructiva del sueño (dificultad para respirar causada por el bloqueo parcial o total de las vías respiratorias superiores durante el sueño).
Radiografía: la radiografía de tórax se realiza para excluir otras enfermedades pulmonares que podrían causar síntomas de hipertensión pulmonar.
Ecocardiografía: esta prueba proporciona imágenes detalladas del corazón. Se utiliza para determinar cualquier daño a las válvulas cardíacas en las primeras etapas. El médico recomendaría esta prueba para evaluar la función del ventrículo derecho y determinar las presiones arteriales pulmonares.
Tomografía computarizada (TC) de alta resolución: en este procedimiento , el médico administraría una sustancia de contraste por vía oral o por vía intravenosa para facilitar el examen claro del tórax. Una tomografía computarizada usa rayos X para crear una imagen detallada del tórax. El médico recomendaría esta prueba para investigar otras posibles causas de hipertensión pulmonar.
Exploración pulmonar de perfusión isotópica: esta prueba se utiliza para determinar el flujo sanguíneo en los pulmones. En esta técnica, el paciente recibe una pequeña cantidad de material radiactivo a través de una pequeña máquina llamada nebulizador. Luego se le pide al paciente que se acueste en una mesa y se utiliza una cámara gamma para capturar imágenes de los pulmones. Luego, el técnico inyectaría otro material radiofarmacéutico en la vena del paciente. Se captura otro conjunto de imágenes. Esto es recomendado por el médico para determinar la hipertensión pulmonar tromboembólica crónica.
Imágenes por resonancia magnética (IRM): en esta prueba, el médico inyecta un tinte en las venas del paciente. Una resonancia magnética utiliza potentes ondas de radio y campos magnéticos para obtener una imagen detallada de los pulmones para evaluar las funciones pulmonares.
Biopsia de pulmón: durante este procedimiento, el médico extrae una pequeña cantidad de tejido pulmonar que se envía a un laboratorio para su análisis microscópico. El médico recomendaría una biopsia de pulmón para descartar enfermedad pulmonar intersticial.
Cateterismo del corazón derecho: esta prueba se recomienda para confirmar la hipertensión pulmonar midiendo directamente la presión pulmonar.
¿Cómo se trata la hipertensión pulmonar?
El tratamiento de la hipertensión pulmonar se basa en la condición del paciente. Se realizan los siguientes enfoques de tratamiento para tratar la hipertensión pulmonar:
Medicamentos
La hipertensión pulmonar se puede controlar con diferentes tipos de medicamentos. El médico prescribirá la mejor medicación según la gravedad de los síntomas del paciente:
- Terapia de oxigeno
- Anticoagulantes (diluyentes de la sangre) como warfarina sódica.
- Diuréticos como furosemida que eliminan el exceso de líquidos de los pulmones.
- Potasio para reemplazar el potasio que se pierde por la diuresis
- Medicamentos que ayudan a normalizar el ritmo cardíaco, como la digoxina.
- Medicamentos que dilatan los vasos sanguíneos, como nifedipina o diltiazem.
- Bosentan, ambrisentan, macitentan para evitar que los vasos sanguíneos se estrechen
- Sildenafil y tadalafil, estos fármacos actúan relajando el músculo liso de la arteria pulmonar y dilatándolos.
Cirugía
En algunos casos avanzados, el médico consideraría tratar al paciente quirúrgicamente.
- Tromboendarterectomía pulmonar : los coágulos de sangre formados en la arteria pulmonar se extirpan quirúrgicamente para mejorar el flujo de sangre.
- Trasplante de pulmón: en este procedimiento quirúrgico, los pulmones enfermos se reemplazan parcial o completamente con pulmones sanos del donante.
- Trasplante de corazón / pulmón: en este procedimiento, se reemplazan ambos órganos. Sin embargo, este trasplante es raro y es el tratamiento de elección en pacientes afectados por insuficiencia cardíaca izquierda y enfermedad pulmonar.
¿Cómo se previene la hipertensión pulmonar?
Hasta cierto punto, es posible prevenir la hipertensión pulmonar. Los siguientes cambios en el estilo de vida ayudan a prevenir la hipertensión pulmonar:
- Dejar de fumar
- Limitar el consumo de sal
- Llevar una dieta sana y equilibrada.
- Hacer ejercicio regularmente