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La vesícula biliar es un órgano con forma de pera ubicado debajo del hígado en la parte superior derecha del abdomen. La vesícula biliar almacena bilis, que ayuda a descomponer la grasa.
Los cálculos biliares son fragmentos de depósitos sólidos de líquido digestivo que se forman en la vesícula biliar. Los cálculos biliares se forman a partir de la bilirrubina o el colesterol biliar en la vesícula biliar.
La mayoría de los cálculos biliares se forman cuando hay más cantidad de colesterol en la bilis. El tamaño de los cálculos biliares puede variar desde un grano pequeño hasta el tamaño de una pelota de golf. A veces, la presencia de cálculos biliares no se conocería hasta que bloqueen el conducto biliar.
Hay dos tipos de cálculos biliares:
- Piedras de colesterol: Son el tipo más común de cálculos biliares, que se forman cuando hay más cantidad de colesterol en la bilis. Los cálculos de colesterol representan el 80% de los cálculos biliares.
- Piedras de pigmento: son las piedras pequeñas de color oscuro que se forman cuando hay una cantidad excesiva de bilirrubina en la bilis.
¿Cuáles son las causas de los cálculos biliares?
Se desconoce el motivo de la formación de cálculos biliares. Se cree que el 80% de los cálculos biliares están formados por el exceso de colesterol, mientras que el 20% restante está formado por bilirrubina y sales de calcio. Los cálculos biliares se pueden formar debido a varias causas, como:
Exceso de bilirrubina en la bilis: la bilirrubina se produce cuando el cuerpo descompone los glóbulos rojos. En algunos casos, las infecciones del tracto biliar, la cirrosis hepática y ciertos trastornos sanguíneos pueden hacer que el hígado produzca cantidades excesivas de bilirrubina.
Demasiado colesterol en la bilis: la bilis produce sustancias químicas para disolver el colesterol secretado por el hígado. A veces, el hígado no puede disolver el exceso de colesterol excretado por el hígado, que puede formar cálculos biliares. Demasiada bilirrubina puede contribuir a la formación de cálculos biliares.
Vaciado incompleto de la vesícula biliar: cuando la vesícula biliar no se vacía por completo o cuando la bilis se concentra, puede provocar la formación de cálculos biliares.
Síntomas de cálculos biliares:
Los síntomas de los cálculos biliares generalmente ocurren cuando se desarrollan complicaciones. Los síntomas más comunes de los cálculos biliares incluyen:
- Náusea
- Vómitos
- Dolor severo en la parte superior derecha del abdomen.
- Indigestión
- Hinchazón
- Acidez
- Gas
- Dolor de espalda
- Dolor en el hombro derecho
- Intolerancia a los alimentos grasos
- Piel o blanco de los ojos teñidos de amarillo
Factores de riesgo de cálculos biliares:
Hay muchos factores de riesgo que contribuyen a la formación de cálculos biliares. Algunos de ellos son incontrolables, como la edad, el sexo y los antecedentes familiares. Los factores que pueden aumentar el riesgo de cálculos biliares incluyen:
Edad: los adultos mayores tienen un mayor riesgo de desarrollar cálculos biliares.
Género: las mujeres son más propensas al riesgo de formación de cálculos biliares que los hombres.
Genética: un vínculo genético de cálculos biliares o enfermedad de la vesícula biliar que se da en familias puede aumentar el riesgo de formación de cálculos biliares. A veces, una mutación en el gen responsable de controlar el movimiento del colesterol desde el hígado puede aumentar el riesgo de cálculos biliares.
Sobrepeso: Tener sobrepeso u obesidad puede desarrollar el riesgo de cálculos biliares. Además, llevar un estilo de vida sedentario puede aumentar las posibilidades de formación de cálculos biliares.
Enfermedad de la vesícula biliar: las personas que tienen una enfermedad de la vesícula biliar o cáncer de vesícula biliar son más vulnerables al riesgo de desarrollar cálculos biliares.
Dieta: llevar una dieta rica en grasas o colesterol puede contribuir al riesgo de cálculos biliares. A veces, una dieta baja en fibra también puede aumentar las posibilidades de formación de cálculos biliares.
Medicamentos: tomar medicamentos que contienen una gran cantidad de estrógeno puede aumentar el riesgo de cálculos biliares
Problemas hepáticos: algunas de las enfermedades hepáticas, como la cirrosis, pueden contribuir al riesgo de cálculos biliares.
Otras afecciones: algunas de las afecciones, como la disminución de la actividad física, el hipertiroidismo, la hemólisis, la diabetes mellitus, la enfermedad de Crohn y la terapia de reemplazo de estrógenos pueden aumentar el riesgo de cálculos biliares.
Cirugía: la cirugía de trasplante de órganos, el bypass gástrico y la cirugía bariátrica también pueden aumentar el riesgo de cálculos biliares.
Complicaciones de los cálculos biliares:
En algunos casos, las personas con cálculos biliares pueden desarrollar complicaciones graves cuando el conducto biliar está bloqueado. Si los cálculos biliares no se tratan, pueden provocar complicaciones, como:
Colecistitis aguda: los cálculos biliares pueden bloquear el conducto biliar, lo que puede provocar inflamación e infección en la vesícula biliar. Esta condición se conoce como colecistitis aguda.
Bloqueo del conducto pancreático: los cálculos biliares pueden bloquear el conducto pancreático, lo que puede provocar la inflamación del páncreas (pancreatitis).
Cáncer de vesícula biliar : aunque el cáncer de vesícula biliar es muy poco común, los cálculos biliares pueden aumentar el riesgo de cáncer de vesícula biliar.
Diagnóstico de cálculos biliares:
Para diagnosticar los cálculos biliares, el médico realizará un examen físico completo, en el que verificará el dolor o la sensibilidad en la parte superior derecha del abdomen. El médico recomendará las siguientes pruebas para confirmar el diagnóstico de la afección, que incluyen:
Análisis de sangre: se recolecta y analiza una muestra de sangre para revelar los signos de ictericia, infección, pancreatitis y otras afecciones.
Ecografía: en este procedimiento, se utilizan ondas sonoras de alta frecuencia para crear una imagen de las partes internas del cuerpo. Los cálculos biliares que están presentes en el conducto biliar son visibles en la ecografía.
Tomografía computarizada (TC): el médico puede recomendar una tomografía computarizada para buscar signos de cálculos biliares, conductos biliares rotos o infectados.
Exploración por imágenes de resonancia magnética (IRM): el procedimiento utiliza ondas de radio y campos magnéticos fuertes para producir imágenes de la vesícula biliar.
Colangiografía: en este procedimiento, se inyecta un medio de contraste en el torrente sanguíneo o directamente en el conducto biliar con un endoscopio. Más tarde, se toman las imágenes de rayos X para buscar los bloqueos en el conducto biliar.
Tratamiento de cálculos biliares:
El plan de tratamiento se basa en el diagnóstico y los síntomas que afectan las actividades diarias. El tratamiento oportuno puede reducir el riesgo de complicaciones, como cirrosis hepática, diabetes, cáncer de vesícula biliar y otras afecciones. Las opciones de tratamiento incluyen:
Medicamentos: el médico prescribirá medicamentos convencionales si hay un dolor que se intensifica en el abdomen. En casos raros, el médico le recetará medicamentos para disolver los cálculos biliares. Las píldoras de ácidos biliares orales, como el quenodiol y el ursodiol, se recetan para diluir el ácido biliar.
Cirugía: si los cálculos biliares ocurren con frecuencia, el médico realizará una colecistectomía para extirpar la vesícula biliar. La extirpación de la vesícula biliar no afectaría la capacidad de digerir los alimentos, pero puede provocar diarrea temporalmente.