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La hipertensión pulmonar es una enfermedad crónica que afecta a las arterias pulmonares que transportan sangre desde el corazón a los pulmones. Un aumento de presión (> = 25 mm Hg) en estas arterias conduce a hipertensión pulmonar. El aumento de la presión conduce al estrechamiento de los vasos. Como resultado, el suministro de oxígeno a la sangre disminuye. Es una enfermedad progresiva, es decir, empeora con la edad y el tiempo.
¿Qué causa la hipertensión pulmonar?
Hay varios factores que conducen a esta condición. Los más destacados son:
- Mutación genética : una mutación en el gen BMPR2 y ALK-1 conduce a hipertensión pulmonar.
- Enfermedad cardíaca congénita : el ventrículo subpulmonar está ausente, lo que conduce a una falta de suministro sanguíneo cardíaco reducido.
- Indulgencia en drogas como las metanfetaminas : las drogas conducen a vasoconstricción que causa hipertensión pulmonar.
- Fibrosis pulmonar : la fibrosis pulmonar comprime las arterias y capilares pulmonares, lo que provoca un aumento de la presión arterial.
- Coágulos de sangre en los pulmones : los coágulos de sangre resisten el flujo sanguíneo normal que causa PH.
- Trastornos metabólicos : la mayoría de los trastornos metabólicos provocan la inflamación del tejido adiposo que se encuentra muy cerca de los capilares sanguíneos. Esto causa una constricción capilar que conduce a PH.
¿Cómo afecta la hipertensión pulmonar a los pacientes?
La hipertensión pulmonar puede causar varios problemas. Algunos de ellos son:
- Dificultad para respirar
- Edema de tobillos, piernas y estómago.
- Desmayos frecuentes
- Dolor de pecho constante o sensación de presión.
- Cianosis que es la coloración azul de los labios debido al bajo suministro de oxígeno al cuerpo.
- Palpitaciones
Prevención
- La hipertensión pulmonar se puede prevenir adoptando un estilo de vida saludable. Incluye llevar una dieta equilibrada y realizar ejercicios con regularidad.
- Uno debe mantenerse alejado de los productos de tabaco y las drogas ilegales, ya que agravan la condición.
- Si la afección es hereditaria de alguien, se debe buscar ayuda médica de manera temprana para evitar que empeore.
¿Cómo empoderar a los pacientes?
La hipertensión pulmonar es una enfermedad progresiva. El paciente debe ser un participante activo en su tratamiento.
La participación del paciente para el manejo de esta afección se puede realizar mediante:
- Conciencia efectiva : los médicos deben explicar la condición al paciente en términos simples. Si alguien tiene una enfermedad genética, necesita saber que tiene un riesgo mayor. Si alguien fuma, debe saber que acelerará la enfermedad. A menos que un paciente sepa qué está causando la afección, ¿cómo eliminará ese factor?
- Mayor participación : una dieta adecuada es una parte importante del manejo de la enfermedad. Por lo general, los dietistas dan una tabla estándar a todos. Esto no es apto para todos los paladares. En cambio, la atención debe centrarse en crear un cuadro de dieta personalizado para cada paciente. Esto les hará microgestionar su dieta.
- Comunicación eficaz : se debe comunicar al paciente toda la información, ya sea el diagnóstico o la etapa de la enfermedad. Esto aumentará la participación del paciente. Podrán ver su gráfico de salud. Pueden ejercitarse en consecuencia. En ausencia de esta información, alguien con una etapa avanzada de hipertensión pulmonar podría hacer ejercicio intenso y empeorar la enfermedad.
- Las sesiones periódicas con expertos en salud también aumentarán su participación.
Conclusión
Para una condición crónica y progresiva como la hipertensión pulmonar que afecta tanto a pacientes jóvenes como a ancianos, la participación activa del paciente es imprescindible para una prevención adecuada.