Incontinencia fecal: causas, síntomas, diagnóstico, tratamientos y prevención

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La incontinencia fecal (también conocida como incontinencia intestinal) es la incapacidad para controlar los movimientos intestinales que causa la fuga de heces. La incontinencia fecal se observa comúnmente en personas mayores; con mayor incidencia en mujeres.

Las personas con incontinencia fecal pueden tener pérdidas fecales antes de llegar al baño. Esto causa una gran vergüenza y tiene un gran impacto en la calidad de vida.

La diarrea, el estreñimiento, el daño a los nervios o la inactividad de los músculos intestinales son las causas comunes de incontinencia fecal.

¿Qué es la incontinencia fecal?

La incontinencia fecal es una afección médica grave que requiere tratamiento inmediato. En esta condición, un individuo tiene secreción incontrolada de heces del recto que causa malestar y vergüenza severos.

La descarga fecal está regulada por el esfínter anal, un músculo que se abre para permitir la descarga de heces. La incontinencia fecal se produce debido al daño de los nervios o la pérdida de actividad muscular del esfínter anal.

Tipos de incontinencia fecal:

Hay dos tipos de incontinencia fecal, a saber:

  • Incontinencia de urgencia: es la incapacidad de resistir las deposiciones. Las personas que sufren de diarrea severa tienen dificultades para controlar las deposiciones hasta que llegan al baño.
  • Incontinencia pasiva: esto ocurre cuando la persona no es consciente de la necesidad de ir al baño. La incontinencia pasiva ocurre debido al daño a los nervios en el recto.

¿Qué causa la incontinencia fecal?

Los movimientos intestinales normales están regulados por la función coordinada de los músculos pélvicos, los movimientos en el colon y el recto, el esfínter anal y el sistema nervioso. Las lesiones o daños a cualquiera de los sistemas anteriores pueden causar incontinencia fecal.

Mientras que, las mujeres generalmente experimentan incontinencia fecal debido a una fuga intestinal accidental durante el parto.

Las causas de la incontinencia fecal son:

  • Daño nervioso: una lesión o daño de los nervios que regulan las deposiciones es una de las principales causas de daño del esfínter anal. Este daño puede ocurrir durante el parto, accidente cerebrovascular , estreñimiento frecuente, esclerosis múltiple o diabetes .
  • Daño muscular: el daño a los músculos del esfínter anal impide el cierre completo del esfínter anal. Esto puede ocurrir debido a hemorroides , estreñimiento severo, cirugía o trauma.
  • Diarrea: A veces, la urgencia excesiva de defecar en la diarrea dificulta el acceso al baño.
  • Impactación fecal: en las personas con estreñimiento crónico, las heces endurecidas pueden atascarse en el colon o el recto. Las heces endurecidas estiran las paredes del recto y dañan el esfínter anal.
  • Capacidad de almacenamiento reducida del recto: La incapacidad del recto para retener las heces se debe a una capacidad de almacenamiento reducida en el recto. Esto puede ocurrir debido a cirugía, radioterapia o trastornos gastrointestinales como la enfermedad inflamatoria intestinal.
  • Cirugía:   una cirugía para tratar hemorroides (vasos sanguíneos agrandados en el recto o el ano) u otros trastornos intestinales puede resultar en daño muscular y nervioso en el intestino.
  • Prolapso rectal: la afección ocurre cuando parte del recto se desliza fuera del ano.
  • Rectocele : la afección se observa en mujeres debido al debilitamiento de las paredes entre la vagina y el recto. Esto da como resultado que el recto sobresalga por fuera de la vagina.

¿Cuáles son los síntomas de la incontinencia fecal?

La incontinencia fecal se caracteriza por la pérdida de heces. Los otros síntomas que pueden acompañar a la fuga de heces pueden incluir:

  • Estreñimiento severo
  • Diarrea
  • Malestar abdominal
  • Hinchazón

¿Cuáles son los factores de riesgo de la incontinencia fecal?

Los factores que aumentan el riesgo de desarrollar incontinencia fecal incluyen:

  • Edad: aunque prevalece en todos los grupos de edad, las personas de mediana edad y mayores tienen un mayor riesgo de desarrollar la afección.
  • Género: las mujeres tienen un mayor riesgo de desarrollar incontinencia fecal. Esto puede deberse a un mayor riesgo de complicaciones durante el parto. Las mujeres con incontinencia fecal presentan síntomas a la edad de 40 años. Sin embargo, la causa exacta de la incontinencia fecal en las mujeres no está clara.
  • Discapacidad física: las personas que padecen una discapacidad física pueden tener dificultades para llegar al baño durante la urgencia intestinal. Esto puede ser una causa de filtración fecal.
  • Daño a los nervios: los trastornos a largo plazo como la diabetes o la esclerosis múltiple pueden causar daño a los nervios que controlan las deposiciones. Un daño a los nervios que controlan las deposiciones resulta en una secreción fecal.
  • Trastornos neurológicos: las personas que padecen la enfermedad de Alzheimer en estadio IV y la demencia suelen experimentar incontinencia fecal.

¿Cuáles son las complicaciones de la incontinencia fecal?

Las complicaciones asociadas con la incontinencia fecal incluyen:

  • Angustia emocional: la incapacidad para controlar las evacuaciones intestinales que conduce a la secreción fecal causa vergüenza y pérdida de la dignidad. En general, a las personas les resulta difícil participar en compromisos sociales.
  • Irritación de la piel: la piel que rodea el ano y las nalgas suele ser delicada y sensible. La descarga continua de las heces causa dolor, picazón y llagas en la piel. Esto requiere atención médica inmediata.

¿Cómo se diagnostica la incontinencia fecal?

La prueba para diagnosticar la incontinencia fecal incluye:

  • Prueba de heces: En caso de diarrea, se realizan pruebas de cultivo de las heces para verificar si hay alguna infección.
  • Manometría anorrectal: la prueba se realiza insertando un tubo largo flexible fijado con un pequeño globo en el ano y el recto. A continuación, se infla el globo y se comprueba la tensión y la flexibilidad del esfínter anal.
  • Ecografía anorrectal: se inserta un instrumento estrecho en el ano para producir imágenes que ayudan a monitorear la estructura del recto y el ano.
  • Examen de nervios: el examen ayuda a detectar daños en los nervios que pueden haber causado incontinencia intestinal. La prueba mide la capacidad de respuesta de la actividad nerviosa al movimiento intestinal.
  • Electromiografía: la prueba se realiza para verificar la actividad muscular del recto y el ano.

¿Cómo se trata la incontinencia fecal?

Medicamentos:

Los fármacos antidiarreicos y laxantes se utilizan para tratar la diarrea y el estreñimiento, respectivamente. Los medicamentos también se usan para tratar ciertos factores subyacentes que causan incontinencia fecal.

Cirugía:

  • Esfinteroplastia: la cirugía se realiza para tratar el esfínter debilitado. El esfínter anal se cose de forma superpuesta. Esto tensa y fortalece el esfínter. Este procedimiento se realiza comúnmente en niños que padecen incontinencia fecal desde el parto.
  • Estimulador del nervio sacro: este procedimiento se realiza en personas que sufren de daño nervioso. Los dispositivos de implantes se utilizan para estimular los nervios del esfínter anal y el recto.
  • Colostomía: la cirugía se realiza para desviar el contenido intestinal a una bolsa especial a través de una abertura. El contenido del intestino pasa por alto el recto hacia una bolsa. La cirugía se realiza cuando el individuo no responde a otros métodos de tratamiento.
  • Reparación del esfínter: la cirugía se realiza reemplazando el esfínter dañado con un colgajo muscular de la parte interna del muslo y restaurando la función normal del esfínter.

¿Cómo se maneja la incontinencia fecal?

La incontinencia fecal se puede controlar de manera eficaz siguiendo ciertos cambios en el estilo de vida, como:

  • Ejercicios de fortalecimiento del piso pélvico: el médico recomienda ciertos ejercicios que ayudan a fortalecer los vasos del piso pélvico. Los ejercicios también ayudan a mantener la vejiga y los intestinos, lo que reduce el riesgo de incontinencia.
  • Cambios en la dieta: llevar una dieta rica en fibra ayuda a regular las deposiciones y previene el estreñimiento. También se recomienda beber mucha agua y evitar los productos con cafeína durante el curso del tratamiento.
  • Cuidado de la piel: Mantener la piel limpia y seca alrededor del ano ayuda a aliviar la sensación de malestar e irritación. Lave la piel con agua y seque bien. Aplique la crema recetada o el polvo medicinal para aliviar el dolor y la incomodidad.

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