Varices esofágicas: causas, síntomas, tratamientos y remedios

Contenidos útiles

Las varices esofágicas son venas agrandadas en el esófago. El esófago es una parte del tracto gastrointestinal superior que conecta la boca y el estómago. Las venas del esófago se dilatan debido a varios factores. Las várices pueden ser lo suficientemente grandes como para ocupar un tercio de la luz en el esófago, lo que provoca malestar.

La incidencia de varices esofágicas es alta en pacientes con enfermedades hepáticas. El 50% de los pacientes con cirrosis hepática pueden desarrollar varices esofágicas.

¿Qué causa las varices esofágicas?

Las várices esofágicas ocurren debido a la hipertensión portal. La vena porta transporta sangre de varios órganos al hígado. Cuando la presión arterial es alta en esta vena, se denomina hipertensión portal. Ocurre debido a la cirrosis.

La principal causa de las várices esofágicas es la enfermedad hepática alcohólica seguida de la hepatitis viral (hepatitis B y C). La cicatrización del tejido hepático conduce a un deterioro de la circulación en el hígado. Esto da como resultado un aumento del flujo de sangre al esófago, lo que provoca un abultamiento de las venas. El abultamiento puede gotear y provocar hemorragia.

La ingestión de sustancias cáusticas también puede provocar várices esofágicas. Las sustancias cáusticas pueden ser ácidos o álcalis fuertes como el hidróxido de sodio y el ácido sulfúrico presentes en detergentes, limpiadores de inodoros o limpiadores de tazas. Estas sustancias pueden quemar el tejido esofágico y causar várices cuando ingresan al esófago.

La pared de las várices es muy fina. El aumento de la presión en la vena porta puede hacer que estas varices se rompan y provoquen hemorragia o sangrado.

Síntomas de las varices esofágicas:

Los síntomas de las várices esofágicas se desarrollan cuando comienzan a sangrar. Los síntomas que pueden aparecer son:

  • Vómitos con sangre (hematemesis)
  • Taburetes oscuros (melena)
  • Decoloración amarilla de ojos y piel (ictericia)
  • Pérdida de consciencia
  • Náuseas y vómitos
  • Ascitis (acumulación de líquido en el abdomen)

Factores de riesgo de las varices esofágicas:

La presencia de enfermedad hepática es el principal factor predisponente de las várices esofágicas. Los factores que pueden conducir a esta condición son:

  • Enfermedades del HIGADO
  • Consumo excesivo de alcohol
  • Hipertensión portal
  • Trombosis
  • Infecciones como esquistosomiasis parasitaria (bilharzias)
  • Síndrome de Budd-Chiari (obstrucción de la vena hepática debido a trombosis)

Los factores que pueden aumentar el riesgo de hemorragia por várices esofágicas son:

  • Presencia de grandes várices
  • Infección
  • Estreñimiento
  • Tos excesiva
  • Hipertensión portal
  • Consumo excesivo de alcohol

Complicaciones de las varices esofágicas:

La complicación común de las várices esofágicas es el sangrado. Una vez que comienza el sangrado, habrá episodios recurrentes de sangrado. Si el sangrado es severo, la afección puede poner en peligro la vida ya que puede provocar un shock.

Diagnóstico de varices esofágicas:

El proveedor de atención médica obtiene los datos demográficos y el historial médico del paciente y evalúa los signos y síntomas. Las pruebas de diagnóstico que pueden recomendarse son:

  1. Endoscopia: es la prueba de diagnóstico estándar para las várices esofágicas. En esta prueba, se inserta en la boca un tubo delgado y flexible que contiene luz y microscopio y se envía al esófago. Luego, el médico observa si hay varices y sangrado en el esófago.
  2. Ecografía Doppler: esta prueba utiliza ondas sonoras para detectar anomalías en los vasos sanguíneos del esófago.
  3. Tomografía computarizada (TC): es una prueba de imágenes que utiliza rayos X para producir imágenes tridimensionales del esófago. Ayuda a detectar fácilmente las várices del esófago.
  4. Imágenes por resonancia magnética (IRM): esta prueba utiliza ondas magnéticas para producir imágenes. Las imágenes tienen una resolución más alta en comparación con la tomografía computarizada.
  5. Prueba de ingestión de bario : el bario aparece en las radiografías y ayuda a visualizar e identificar las várices en el esófago.

Clasificación de las várices esofágicas:

Grado 1: Várices pequeñas que corren rectas (tamaño <5 mm)

Grado 2: las várices parecen cuentas (tamaño 5-9 mm)

Grado 3: Várices grandes que son de color rojo y tienen apariencia de tumor (tamaño> 9 mm)

Tratamientos para las varices esofágicas:

Inicialmente, la terapia se administra para reducir la presión arterial en las venas porta con medicamentos como los betabloqueantes (carvedilol, propranolol y nadolol). Estos medicamentos también se pueden usar para prevenir un nuevo sangrado. Otras terapias que se pueden utilizar son:

  1. Ligadura de bandas: las várices se envuelven con una banda elástica para evitar el sangrado. Si hay mala visualización con el endoscopio, se realiza escleroterapia.
  2. Escleroterapia: inyección de esclerosante en (intravariceal) o adyacente (paravariceal) a las várices. El esclerosante puede ser tetradecilsulfato de sodio, morruato de sodio o alcohol absoluto. Con la ayuda de un endoscopio, se inyecta esclerosante en el esófago. Esta terapia puede ayudar a prevenir el sangrado de las várices.
  3. Taponamiento con globo: se inserta e infla un globo para detener el sangrado de las várices al comprimir los vasos sanguíneos.
  4. Derivación portosistémica intrahepática transyugular (TIPS): se crea una nueva conexión o derivación entre los vasos sanguíneos del hígado para disminuir la presión arterial. Esto ayuda a disminuir los episodios de sangrado.

Manejo del sangrado agudo: en casos de sangrado por várices esofágicas, el objetivo es detener el sangrado de inmediato. Las intervenciones que se requieren son:

  • Transfusión de sangre: para mantener un volumen normal de sangre.
  • Somatostatina, octreoide o vasopresina: para contraer los vasos sanguíneos
  • Intubación nasogástrica: se inserta un tubo en la nariz para facilitar el paso de alimentos y medicamentos al estómago a través de la garganta.

Una vez que se detiene el sangrado, se pueden realizar los procedimientos mencionados anteriormente para prevenir el sangrado.

Se puede recetar pantoprazol para recuperarse del daño que se ha producido en el esófago.

Remedios caseros:

Los remedios caseros pueden ayudar a una recuperación rápida y a prevenir el resangrado de las várices esofágicas:

  • Consuma alimentos blandos que se puedan masticar bien. Evite los alimentos picantes, ya que pueden causar molestias en el esófago.
  • La ingesta de alimentos ricos en fibra puede prevenir el estreñimiento (para prevenir el sangrado).
  • Consuma comidas pequeñas en intervalos cortos. Puede ayudar a perder algo de peso.

Prevención de las varices esofágicas:

No existen medidas específicas para prevenir las várices esofágicas. Sin embargo, dado que las enfermedades hepáticas son los principales factores predisponentes, la prevención de las enfermedades hepáticas puede evitar la aparición de várices esofágicas. Las medidas a seguir son:

  • Consuma una dieta saludable rica en frutas y verduras.
  • Deje de consumir alcohol.
  • Pierde peso extra.
  • Reducir el riesgo de hepatitis.
  • No comparta sus pertenencias como toallas o maquinillas de afeitar.
  • No comparta agujas.
  • Evite las relaciones sexuales sin protección.
  • Evite el contacto directo con sangre y fluidos corporales.
  • Siga métodos higiénicos como lavarse las manos con regularidad, lavar frutas y verduras antes de consumirlas y beber agua purificada.
  • Evite los fármacos hepatotóxicos.

Leave a Comment