Derrame pericárdico: causas, síntomas, tratamiento y prevención

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El derrame pericárdico es la acumulación de una cantidad excesiva de líquido entre el pericardio y el corazón. El derrame pericárdico impone presión sobre el corazón, lo que altera su función.

¿Qué es el pericardio?

El pericardio es una estructura delgada similar a un saco de doble membrana que rodea el corazón. La capa externa del pericardio se conoce como pericardio fibroso, mientras que la capa interna se llama pericardio seroso. El pericardio desempeña varias funciones fisiológicas, como limitar el movimiento del corazón dentro de la cavidad torácica, proporcionar lubricación al corazón, protegerlo de infecciones y prevenir el llenado excesivo de sangre.

El pericardio puede expandirse y acumular grandes cantidades de líquido, lo que crea presión intrapericárdica. El derrame pericárdico impone presión sobre el corazón, lo que altera su función.

¿Cuáles son las causas del derrame pericárdico?

El derrame pericárdico se debe a la inflamación del pericardio. Esta condición se conoce como pericarditis. Las principales causas de la inflamación del pericardio incluyen:

Problemas cardíacos: el desgarro de los músculos cardíacos o de los vasos sanguíneos del corazón durante un ataque cardíaco puede causar un derrame pericárdico con sangre.

Trastornos autoinmunitarios: ciertos trastornos autoinmunitarios, como la artritis reumatoide o el lupus, pueden causar inflamación del pericardio.

Cáncer: la metástasis del cáncer en el pericardio puede provocar la acumulación de líquido. Más comúnmente, el cáncer de mama , el cáncer de pulmón, la leucemia, el melanoma, la enfermedad de Hodgkin o el linfoma no Hodgkin pueden causar un derrame pericárdico.

Tratamientos: los tratamientos contra el cáncer, como la quimioterapia y la radioterapia, pueden provocar un derrame pericárdico si el corazón se encontraba en la zona de radiación.

Insuficiencia renal : los niveles sanguíneos excesivos de urea (uremia) pueden causar inflamación del pericardio.

Infecciones: ciertas infecciones, como la tuberculosis y el VIH, pueden provocar derrames pericárdicos.

Lesión: una lesión o un traumatismo cerca del corazón puede provocar la acumulación de líquido en el pericardio.

Medicamentos: ciertos medicamentos, como la hidralazina (medicamento para la presión arterial), la fenitoína (un medicamento para las convulsiones epilépticas) y la isoniazida (medicamento para la tuberculosis) pueden causar inflamación del pericardio.

Síntomas del derrame pericárdico :

Los signos y síntomas del derrame pericárdico incluyen:

  • Náusea
  • Dolor de pecho
  • Dificultad para respirar (disnea)
  • Mareo
  • Plenitud abdominal
  • Plenitud en el pecho
  • Aturdimiento
  • Sensación de malestar al respirar (ortopnea)
  • Presión en el pecho
  • Dificultad para tragar
  • Palpitaciones

Factores de riesgo de derrame pericárdico:

Las personas que tienen un mayor riesgo de derrame pericárdico son:

  • Los pacientes con cáncer de esófago que se someten a quimiorradioterapia tienen un mayor riesgo de desarrollar la afección.
  • Los pacientes que reciben un trasplante de células madre hematopoyéticas tienen un mayor riesgo de desarrollar derrame pericárdico.
  • Las personas que se han sometido a una cirugía cardíaca tienen un mayor riesgo de diagnóstico de derrame pericárdico.

Complicaciones del derrame pericárdico:

Demasiado líquido acumulado en el pericardio aumenta la presión sobre el corazón, lo que no permite que las cámaras del corazón se llenen correctamente. La acumulación de líquido en el espacio pericárdico da como resultado la compresión del corazón. Tal condición se denomina taponamiento cardíaco. Obstaculiza la circulación sanguínea y eventualmente provoca una escasez de sangre oxigenada.

El taponamiento afecta el funcionamiento del corazón y puede ser una afección potencialmente mortal que requiere atención médica inmediata. Si los derrames pericárdicos duran más de tres meses, se conoce como derrame pericárdico crónico.

Diagnóstico de derrame pericárdico:

Para diagnosticar la afección, el médico realizará un examen físico y escuchará los sonidos anormales del corazón mediante el uso de un estetoscopio. Si el médico sospecha derrame pericárdico, recomendaría las siguientes pruebas para evaluar la condición:

Análisis de sangre: se extrae una muestra de sangre para comprobar los niveles de hormona tiroidea o la presencia de infecciones. Aunque los análisis de sangre no pueden confirmar el diagnóstico de la afección, ayudan a identificar la causa subyacente (como las infecciones) del derrame pericárdico.

Radiografía de tórax: en este procedimiento, se usa una pequeña cantidad de radiación para crear imágenes del tórax, que incluye el corazón y los pulmones. Ayuda a diagnosticar afecciones cardíacas y pulmonares. Las imágenes muestran una silueta de corazón agrandada si hay una acumulación de líquido en el pericardio.

Otras pruebas de diagnóstico por imágenes: el médico recomendaría una tomografía computarizada (TC) y una exploración por resonancia magnética (IRM) para producir imágenes claras del tórax, que incluye el corazón, los vasos sanguíneos y el pericardio.

Ecocardiograma: un ecocardiograma produce imágenes en tiempo real del corazón, que se representa en forma de un contorno gráfico. Ayuda a ver la extensión del derrame pericárdico y puede evaluar la función del corazón. Dos tipos de ecocardiogramas son:

  • Ecocardiograma transtorácico: en este procedimiento, se coloca un transductor en el pecho sobre el corazón para crear imágenes del corazón.
  • Ecocardiograma transesofágico: durante este procedimiento, se pasa un transductor delgado en un tubo a través de la garganta hasta el esófago para producir imágenes del corazón.

Electrocardiograma (ECG): un electrocardiograma registra la actividad eléctrica del corazón y también permite ver los patrones del corazón que indican taponamiento.

Pericardiocentesis: en este procedimiento, se extrae una pequeña cantidad de líquido del pericardio y se examina para determinar la causa subyacente del derrame pericárdico.

Tratamiento del derrame pericárdico:

El tratamiento del derrame pericárdico depende de la cantidad de líquido acumulado en el pericardio. El tratamiento tiene como objetivo reducir el daño adicional al corazón. Las opciones de tratamiento incluyen:

Medicamentos

  • El médico le recetará medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE), como aspirina o ibuprofeno para tratar la inflamación que ha causado el derrame.
  • El médico también recetaría medicamentos, como colchicina y prednisona, para tratar el derrame pericárdico.
  • Se recetan antibióticos para tratar los derrames causados ​​por infecciones bacterianas, como la tuberculosis.

Pericardiocentesis: una pericardiocentesis guiada por ultrasonido es un procedimiento eficaz para drenar el exceso de líquido del pericardio.

Cirugía a corazón abierto : el médico realizará una cirugía a corazón abierto si se produce sangrado en el pericardio. Además, el médico puede crear un pasaje para drenar el líquido hacia la cavidad abdominal.

Pericardiectomía: el procedimiento implica la extirpación del pericardio si hay derrames pericárdicos recurrentes.

Pericardiotomía con balón: es un procedimiento poco común que se realiza para abrir las capas del pericardio. Se coloca un globo desinflado entre las capas del pericardio para estirarlas.

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