Menorragia: causas y síntomas del sangrado menstrual abundante

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La menorragia (también conocida como sangrado menstrual abundante ) se refiere al sangrado uterino anormal o prolongado. El sangrado menstrual abundante interrumpe las actividades diarias normales de una mujer. La mayoría de las mujeres con menorragia tienen una gran pérdida de sangre acompañada de calambres abdominales intensos. Un período menstrual promedio dura de 4 a 5 días. Si el flujo menstrual supera más de una semana, se produce una importante pérdida de sangre. Tal situación requiere atención médica inmediata.

¿Cuáles son las causas de la menorragia?

Muchas de las condiciones de salud subyacentes pueden causar menorragia o sangrado menstrual abundante. El sangrado menstrual abundante se debe principalmente a la anovulación, que provoca un desequilibrio hormonal. Las causas más comunes de menorragia incluyen:

Desequilibrio hormonal:

La menorragia puede deberse a las fluctuaciones en la producción de hormonas estrógeno y progesterona. La progesterona es esencial para la acumulación de endometrio que se desprende durante la menstruación.

Fibras uterinas:

El sangrado menstrual abundante puede ocurrir debido al crecimiento de tumores no cancerosos en el útero, más comúnmente durante los años fértiles.

Ovarios disfuncionales:

La menorragia puede ocurrir cuando los ovarios no liberan un óvulo. La anovulación no produce la hormona progesterona, lo que provoca además un desequilibrio hormonal.

Adenomiosis:

El sangrado menstrual abundante puede ocurrir cuando las glándulas del endometrio se adhieren a los músculos del útero. La adenomiosis puede resultar en períodos dolorosos y abundantes.

Polis uterinos:

El desarrollo de tumores (benignos) en las paredes del útero puede resultar en sangrado menstrual prolongado o abundante.

Cáncer:

Los cánceres de ovario, útero y cuello uterino pueden provocar sangrado menstrual excesivo, más comúnmente en mujeres posmenopáusicas.

Complicaciones del embarazo:

El sangrado menstrual abundante puede ocurrir debido a un aborto espontáneo o un embarazo ectópico. Otras afecciones, como la placenta previa o la placenta baja, también pueden provocar menorragia.

Infecciones pélvicas:

Las infecciones causadas por los órganos reproductores, como la enfermedad inflamatoria pélvica, pueden provocar períodos más abundantes.

Dispositivo intrauterino (DIU):

El dispositivo intrauterino no hormonal (DIU) puede provocar efectos secundarios, como sangrado menstrual abundante.

Medicamentos:

Ciertos medicamentos, como los anticoagulantes y los antiinflamatorios, pueden causar sangrado menstrual abundante. En ocasiones, los medicamentos que se utilizan para la quimioterapia también pueden provocar períodos prolongados o abundantes.

Síntomas de la menorragia:

Los signos y síntomas más comunes de la menorragia incluyen:

  • Flujo menstrual abundante
  • Sangrado durante más de una semana.
  • Pasando de coágulos de sangre
  • Calambres abdominales severos
  • Fatiga
  • Cansancio extremo
  • Dificultad para respirar
  • Anemia
  • Dolor pélvico constante

Factores de riesgo de menorragia:

Los factores que aumentan el riesgo de desarrollar menorragia son:

  • Factores hormonales : la producción insuficiente de progesterona puede aumentar el riesgo de sangrado abundante y prolongado
  • Edad : las adolescentes son más propensas al riesgo de desarrollar la afección debido a la anovulación, especialmente dentro del año de la menstruación. Las mujeres que se acercan a la menopausia también pueden correr el riesgo de desarrollar esta afección.
  • Condiciones subyacentes : las mujeres que tienen pólipos endometriales tienen un mayor riesgo de desarrollar menorragia. Las mujeres obesas corren un mayor riesgo de contraer la afección.
  • Antecedentes familiares : una mujer con antecedentes familiares de trastornos hemorrágicos puede desarrollar el riesgo de menorragia. 

Complicaciones de la menorragia:

El sangrado menstrual abundante o prolongado puede provocar anemia por deficiencia de hierro. Los niveles bajos de hemoglobina reducen la capacidad de transportar oxígeno, lo que a menudo conduce a un cansancio extremo y una debilidad inusual. El exceso de pérdida de sangre conduce a una anemia ferropénica. La menorragia o el sangrado menstrual abundante pueden provocar un dolor pélvico intenso, que puede requerir analgésicos o cirugía para reducir los síntomas.

En algunas personas, la menorragia puede contribuir a problemas de fertilidad, ya que está estrechamente asociada con disfunción ovárica, anomalías uterinas y endometriosis. La menorragia puede aumentar el riesgo de síndrome de choque tóxico. El síndrome de choque tóxico ocurre en mujeres que usan un tampón durante más de 8 horas.

Diagnóstico de menorragia:

Para diagnosticar la afección, el médico revisará el historial médico general para comprender la causa subyacente de la menorragia. El médico también le preguntará sobre la naturaleza de los ciclos menstruales anteriores. El médico recomendará las siguientes pruebas para confirmar el diagnóstico definitivo de menorragia:

Análisis de sangre:

Se recolecta una muestra de sangre y se analiza para detectar trastornos de la tiroides, deficiencia de hierro, gonadotropina coriónica humana (HGC) y otras anomalías de la coagulación de la sangre. Además, se analizan los niveles de hormona estimulante del folículo (FSH) para evaluar el funcionamiento de los ovarios.

Pruebas de imagen:

El médico realizará una ecografía para crear imágenes de los órganos reproductores, como los ovarios, la pelvis y el útero. Además de una ecografía, el médico también puede recomendar una tomografía computarizada (TC) y pruebas de imágenes por resonancia magnética (IRM) para ver las anomalías en los órganos reproductores.

Prueba de Papanicolaou:

Durante este procedimiento, el médico recolectará células del cuello uterino para detectar signos de inflamación, infección o crecimiento de células cancerosas.

Biopsia:

El médico aislará una pequeña muestra de tejido del revestimiento del útero (endometrio) y la examinará bajo el microscopio para descartar otras afecciones, como el cáncer de útero.

Además de lo anterior, el médico también puede recomendar pruebas de sonohisterografía e histeroscopia para identificar los problemas en el revestimiento del útero.

Tratamiento de la menorragia:

Según la causa subyacente de la menorragia, el médico prescribirá un tratamiento adecuado. Las opciones de tratamiento incluyen:

Medicamentos

  • El médico le recetará medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el naproxeno y el ibuprofeno, para aliviar los síntomas, como los cólicos menstruales dolorosos.
  • El médico recomendará suplementos de hierro para los pacientes que padecen anemia debido a la menstruación abundante.
  • El médico prescribe la hormona progesterona oral para tratar los desequilibrios hormonales.
  • El ácido tranexámico se prescribe para reducir una gran pérdida de sangre durante la menstruación.
  • El médico le recetará medicamentos anticonceptivos orales para regular los ciclos menstruales y reducir el sangrado severo.
  • Además, los dispositivos intrauterinos liberadores de hormonas (DIU) se utilizan para reducir el sangrado abundante durante los períodos.

Intervención quirúrgica

A veces, si los medicamentos no logran tratar la afección, el médico realizará una cirugía para tratar la menorragia. Las opciones quirúrgicas incluyen:

  • Resección endometrial : durante este procedimiento, se usa un asa de alambre electroquirúrgico para quitar el revestimiento del útero.
  • Miomectomía : se realiza una cirugía de miomectomía para extirpar los fibromas uterinos.
  • Ablación endometrial : el procedimiento implica la extracción del endometrio (revestimiento del útero)
  • Dilatación y curetaje : en este procedimiento, el revestimiento del útero se desecha para reducir el sangrado menstrual.
  • Embolización de la arteria uterina : en este procedimiento, las arterias que suministran sangre a los fibromas se bloquean, lo que permite reducir el tamaño de los fibromas.
  • Histerectomía : extracción del útero, el cuello uterino o los ovarios.

Prevención de la menorragia:

La menorragia no se puede prevenir, pero se puede reducir el riesgo de contraer la afección. Algunas de las medidas preventivas incluyen:

  • Practica ejercicios físicos con regularidad
  • Mantener un peso corporal saludable
  • Consuma una dieta rica en fibra, cereales integrales, frutas y verduras.
  • Beba la cantidad adecuada de agua.
  • Asegurar 6-8 horas de sueño.

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